El transportista no solamente es una persona interesada en llegar a tiempo y cumplir con las entregas de los productos. En realidad, puede ser un profesional que aporte su visión estratégica para mejorar la logística de cada envío. En este artículo contaremos por qué es clave integrarlo al talento humano para mejorar las rutas de distribución.
¿Cuál es la importancia del transportista en la gestión del talento humano?
Toda empresa de transportes o con áreas logísticas sabe que el transportista es la persona que se encarga de garantizar resultados. De nada sirve tener una buena producción si los productos no llegan en tiempo y forma a los clientes. Como es una pieza esencial dentro de la producción, también es clave entender sus perspectivas.
Al fin y al cabo, son ellos los que se encargan de transportar toda la mercancía y nadie mejor que ellos podrán aportar su visión sobre cómo optimizar los recursos. Justamente, ellos buscan trabajar de la mejor forma posible, en el menor tiempo. ¡Esto también implica beneficios para la compañía!
Dicho de otra forma, un transportista es el nexo entre la empresa y el cliente. Su opinión siempre será valiosa debido a que él también conoce mejor el trabajo. Por esta razón, toda compañía que quiera aumentar su productividad debería contemplar su perspectiva laboral.
¿Qué puede aportar el transportista en las rutas de distribución?
En este sentido, es posible conocer qué aporta este profesional a las rutas de distribución. Aquí lo contamos:
Analizar las vías disponibles
Parece básico, pero esta persona siempre debería analizar las vías disponibles para llegar al destino. Mucho más cuando no se trata de un único pedido, sino que se hacen varias entregas en una misma jornada laboral. La idea es entregar más en el menor tiempo posible.
Escoger las rutas alternativas
No siempre será posible acceder a una localización desde la ruta principal. Por este motivo, el encargado de transportar necesitará conocer otras vías de acceso. No hace falta conocer al 100% la zona a la cual hay que dirigirse, pues lo más valioso es no desviarse mucho del camino para llegar a tiempo y sin gastar tanto combustible.
Evaluar la cantidad de paradas necesarias
Evaluar las paradas siempre dependerá de las rutas de envío. En ocasiones, puede ocurrir que un repartidor deba hacer trayectos largos, pero en otros son muy cortos. En cualquier caso, casi siempre las paradas se estipulan por tiempos, pero también es vital saber qué lugares son más seguros para parar.
El transportista puede prever posibles obstáculos
Siempre surgirán algunos imprevistos, como condiciones climáticas dificultosas, la inseguridad, el tráfico o los problemas de acceso. En cualquier caso, el encargado del transporte siempre debería anticiparse a ellos. Por ejemplo, si se anuncia granizo en un determinado horario, es mejor viajar en otro momento.
Optimizar los tiempos
Todo esto deriva en un mismo objetivo: la optimización de los tiempos. Entregas más rápidas equivalen a una mayor ganancia para las empresas, pero también una mayor satisfacción para el trabajador. Por ende, siempre es clave que las rutas de distribución estén optimizadas para ahorrar horas de trabajo.
Estrategias para integrar a un transportista en la planeación
Pues bien, ¿qué se puede hacer para integrar este cargo en la planeación de rutas? Aquí algunas ideas:
Aprovechar la tecnología disponible
Actualmente, es posible optimizar las rutas de distribución de una manera eficiente. Esto ocurre con los softwares de gestión de flotilla, donde cada repartidor estará monitoreado. Esto no significa algo negativo, sino todo lo contrario: siempre será posible dar indicaciones precisas para cada situación.
Animarlos a contar sus experiencias
Esta clase de trabajadores suele tener mucha experiencia. Por este motivo, es clave escuchar sus opiniones, ya que ellos querrán maximizar la productividad. Entonces, si recomiendan algún camino en particular y no otro, es recomendable darles un voto de confianza y escuchar.
Integrar sistemas de resultados
También la tecnología permite aplicar sistemas de incentivos, especialmente para las entregas más importantes. Por ejemplo, si los encargados del transporte llegan antes de tiempo, es posible darles una comisión. Esto los animará a actuar de forma más eficiente, garantizando el cumplimiento en las entregas.
Comunicación en tiempo real
Es clave que exista una comunicación y monitorización de variables logísticas en vivo. Por lo tanto, los operadores sabrán que, ante cualquier problema, podrán comunicarse con la central para que les ofrezcan soluciones. Esto aumenta la seguridad de cada entrega y ofrece más información de seguimiento a los clientes. En suma, ya sabes por qué un transportista es clave para la compañía. ¡Te invitamos a que los integres en la definición y planeación de las rutas de distribución para mejorar los resultados!