Mantenimiento preventivo: ¿Cómo y por qué permite ahorrar costos?

Gestión eficiente de mantenimiento

Primero, definamos qué es el mantenimiento preventivo y cuál es su objetivo. Este es un tipo de mantenimiento  que busca prolongar el tiempo de vida útil de los vehículos y proporcionar mayor confianza durante su uso; su enfoque principal es identificar y corregir posibles problemas antes de que estos ocurran, por lo que este requiere que se haga una revisión íntegra y metódica de cada unidad.

Para cualquier empresa que cuente con una flota mediana o grande de vehículos, el mantenimiento preventivo es una práctica imprescindible, ya que permitirá maximizar el funcionamiento de sus unidades, cuidar aspectos importantes de seguridad, además de ahorrar tiempo y costos en un mantenimiento correctivo como: Atención a averías, cambio prematuro o innecesario de partes de un carro e incluso inhabilitación total de una unidad por fallos mayores.

¿Cuántos tipos de mantenimiento y cuándo se aplican?

Dependiendo de cómo se lo desarrolle y todo lo que se realice, hay cinco tipos de mantenimiento preventivo principales:

Programado

Es esencial, sobre todo, para los primeros años de un vehículo. Esto es así porque incluye las piezas más importantes que requieren de revisiones e incluso cambios más rápidos; por ejemplo, un filtro de aire cada 10,000 kilómetros o un neón tras 7000 horas de uso.

El mantenimiento programado se lleva adelante en intervalos de tiempos predefinidos. Por lo general, estos se determinan a partir de un criterio de uso; no es igual hacer 40,000 kilómetros al año que 8,000 y tampoco andar por zonas urbanas que en el barro.

A su vez, el mantenimiento programado se realiza de manera detallada con el objetivo de evitar cualquier revisión adicional. Se observa el estado de las piezas y además, se las prueba hasta terminar de evidenciar su buen funcionamiento.

Cabe destacar que algunas de las tareas que se incluyen siempre en este mantenimiento son las siguientes: control de los niveles de presión, ajustes de tensión de correas y cambio de aceite de motor, pastillas de freo, cojinetes y resortes, entre otras.

Predictivo

Se lleva a cabo a partir de ciertos análisis y evaluaciones sobre los parámetros más importantes de un vehículo; por ejemplo, cuando posee más de 100000 kilómetros y se lo necesita para hacer un viaje largo.

Así, el mantenimiento predictivo incluye, por ejemplo, termografía infrarroja, análisis de vibraciones, de aceites y ensayos no destructivos con ultrasonido. Se trata de cuestiones esenciales. Así, si presenta fallas, se podría dañar íntegramente el motor, reducir significativamente su tiempo de vida útil y hasta dejar de funcionar.

Este tipo de mantenimiento preventivo es más costoso por dos razones: por un lado, requiere de herramientas muy sofisticadas que aumentan el precio. Por otro, se efectúa en elementos que influyen considerablemente en el nivel de seguridad de un vehículo.

A su vez, y dependiendo de todo lo que se halle, este mantenimiento puede tardar más tiempo. Primero, por la complejidad de los equipos y maquinarias. Segundo, resultan imprescindibles los análisis detallados de cada ruido o problema que se detecte.

Mantenimiento preventivo de oportunidad

A diferencia de los anteriores, este mantenimiento carece de un periodo preciso o ideal para desarrollarse. Se recomienda aprovechar un determinado momento en que el vehículo no será utilizado para revisarlo y efectuar las intervenciones necesarias. De hecho, estas últimas pueden ser hasta optativas; por ejemplo, cambiar una batería que, si bien anda correctamente, ya superó los cuatro años.

No obstante, el mantenimiento preventivo de oportunidad tendrá una frecuencia cada vez mayor con el transcurso de los años. ¿Por qué? Porque las revisiones tanto simples como complejas son mucho más necesarias en un vehículo de 12 años de antigüedad y con 150,000 kilómetros que en uno nuevo.

De todos modos, recuerda que si no vas a utilizar tu flotilla de automóviles, motos, camionetas, etc. lo más recomendable es aprovechar ese lapso para hacer un mantenimiento de oportunidad.

Activo

Incluye la limpieza de las diferentes partes y piezas de los sistemas que permiten el funcionamiento del motor; desde los cilindros hasta los cables de bujías. ¿Con qué intensidad efectuarla? Depende principalmente del uso que le des al vehículo y, fundamentalmente, de los terrenos y ambientes que frecuentes. En este sentido, recuerda que no utilizar un vehículo durante varias semanas y dejarlo estacionado en la calle lo ensuciará mucho más rápido que, por ejemplo, en una zona rural. Asimismo, la acumulación de polvo y suciedad en las principales piezas del motor pueden pasar inadvertidas. Sin embargo, con el transcurso de los meses van afectando el desenvolvimiento, por lo que, si no las limpias, podrías padecer una consecuencia grave.

Pasivo

Tiene como objetivo cuidar el funcionamiento del vehículo y garantizar el mejor ambiente posible. Así, abarca factores tanto físicos como mecánicos y eléctricos con el fin de proveer las condiciones ideales para mayor seguridad.

Concretamente, el mantenimiento preventivo pasivo incluye, por ejemplo, la colocación de protectores para poder conservar la pintura en buen estado. Esto último se emplea con gran frecuencia en los autobuses, los cuales suelen no usarse durante lapsos de tiempo extensos.

De esta manera, la característica principal de este tipo de mantenimiento preventivo es que incluye elementos tanto internos como externos. De hecho, su simplicidad o complejidad varía en todo momento porque se aplica en todo tipo de vehículos, cualquiera sea su estado, antigüedad y kilometraje.

Por otra parte, el mantenimiento pasivo se divide en dos tipos: El que se encarga de regular el calentamiento y enfrentamiento del motor y el que hace lo propio con el ciclo de encendido y apagado.

¿Qué ventajas tiene el mantenimiento preventivo?

Más allá de los tipos descritos, hacer mantenimientos preventivos proporciona al menos cuatro beneficios a mediano y largo plazo.

  • Conocerás con exactitud el verdadero estado del vehículo y los datos más importantes; por ejemplo, el consumo de combustible.
  • Al detectar a tiempo diferentes fallas y piezas en mal estado evitas consecuencias graves.
  • Permite resolver inconvenientes pequeños, lo que deviene en grandes ahorros de dinero. A su vez, reduces la cantidad de averías, esto aumenta el tiempo de vida útil del vehículo.
  • Obtendrás previsiones futuras, las cuales están basadas en el historial de mantenimiento.
  • Mayor seguridad y confiabilidad al momento de utilizar el vehículo, sobre todo al hacer viajes largos.
  • Sirve para todo tipo de vehículos; desde un auto pequeño hasta un bus.

Por todo lo descrito, si aún dudas respecto a si realizar o no mantenimientos preventivos a tu flotilla debes saber que implica una gran decisión. Por todas las ventajas que te proporciona (y de manera permanente), te hará evidenciar una excelente inversión. En síntesis, podrás contar con la informática del mantenimiento. También te sentirás completamente seguro de que tu flota de vehículos no padecerá grandes inconvenientes ni imprevistos.

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